Una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida

Estudiar en el Reino Unido era una aspiración que tenía desde adolescente. Siempre me sentí atraído la tradición académica del país, además de tener un interés por su cultura desde niño. En el campo de la economía ambiental, UK ha estado a la vanguardia mundial en investigación y reputación, por lo que, tanto por mi interés profesional como personal, venir a este país parecía lo ideal para mí.

Decidí estudiar en la Universidad de York, debido a su reputación en temas ambientales y a su programa de economía ambiental, que se adaptaban a lo que buscaba. El campus está rodeado de naturaleza, con conejos, zorros, patos, cisnes y aves de todo tipo, lo que hace que el estrés de los exámenes y entregas sea mucho más llevadero.

En Across the Pond me brindaron orientación en cuanto a las opciones de universidades que se ajustaban a lo que buscaba, además de ofrecerme información sobre becas y contactarme con personas en las universidades, lo que me permitió tomar la mejor decisión posible. Su apoyo no se detuvo una vez que fui aceptado; también me asistieron en aspectos legales, preparación y consejos de todo tipo que me facilitaron una transición mucho más fluida y segura para mi llegada al Reino Unido.

Elegí mi maestría porque creo que la urgencia por el medio ambiente es el problema más grave al que se enfrenta el planeta. La Universidad de York no solo cuenta con un prestigioso programa en economía ambiental, sino que sus profesores han sido fundamentales en mi formación.  No solo me proporcionaron las herramientas y conocimientos necesarios para enfrentar estos desafíos, sino que también me ofrecieron un apoyo constante en mis dudas e intereses específicos. Habiendo estudiado economía en México, pude profundizar en mis conocimientos teóricos y aplicarlos al ámbito medioambiental, además de adquirir nuevos conocimientos en campos como la ciencia del cambio climático y la protección ambiental.

Cuando llegué por primera vez a York, la belleza arquitectónica de la ciudad y la calidez de su gente hicieron que me sintiera bienvenido desde el primer momento. La investigación que había hecho sobre la ciudad se quedó corta, pues York no solo es hermosa, sino también vibrante y llena de vida. A pesar de no ser tan grande como otras ciudades del Reino Unido, la oferta cultural es impresionante: museos, galerías, festivales y, por supuesto, sus pubs. Se dice que hay más de 365, uno para cada día del año. Además, por su ubicación, el viajar a ciudades como Manchester o Londres, toma menos de 2 horas.

Hubo momentos difíciles, especialmente durante los exámenes. Sin embargo, la Universidad de York ofrece una amplia gama de recursos de apoyo, tanto académicos como de bienestar emocional. Asistí a talleres voluntarios de investigación, escritura y estadística, que fueron fundamentales para mi éxito académico. Además, la biblioteca del campus, adaptada para diferentes estilos de estudio, se convirtió en uno de mis lugares favoritos para concentrarme y aprender.

La diversidad y la convivencia diaria me permitieron aprender no solo sobre mi maestría y la cultura británica, sino también sobre culturas de otros países. Esta experiencia internacional ha ampliado mi perspectiva y me ha hecho más consciente de los problemas globales y de las diversas formas de abordarlos. Además, he hecho amistades y conocido personas que quiero conservar por el resto de mi vida.

A los futuros estudiantes les recomendaría aprovechar al máximo todo lo que la Universidad ofrece, desde los recursos académicos hasta las actividades extracurriculares. Existen sociedades de todo tipo en las que puedes encontrar personas con intereses similares. El sistema universitario otorga mucha independencia a los estudiantes para que estudien e investiguen por su cuenta, por lo que gestionar bien el tiempo sin dejar de aprovechar las oportunidades de estar en York es vital.

Estudiar en York me ha proporcionado un crecimiento no solo profesional, sino también personal. Esta experiencia ha sido una de las más enriquecedoras de mi vida, y espero poder aplicar todo lo aprendido para contribuir a un desarrollo más sostenible en mi país.

-Eduardo