Estudiar en Inglaterra ha sido de las mejores experiencias de mi vida, no solo por el conocimiento que obtuve al estudiar en una universidad tan importante sino por todas las personas que conocí, las experiencias que viví y el crecimiento personal y académico que me dejó esta aventura. Cuando llegué no sabía qué esperar de mi nueva vida ¡pero quedé sorprendida por lo diferente que es de México, desde la forma de enseñanza y evaluación, hasta la comida, arquitectura, clima, y costumbres!
Elegí Birmingham por el prestigio de la Universidad (es la número 80 a nivel mundial en el QS World University Rankings), por el curso que ofrecen y porque el idioma, cultura y acento me parecen increíbles. Aparte, tener una maestría en mi segunda lengua es una forma de demostrarme de lo que soy capaz a la vez que mis posibilidades se expanden a la hora de entrar al mercado laboral.
El campus es hermoso, parece un museo. Es enorme y tiene la mejor tecnología e infraestructura. Me quedé sorprendida por todo lo que tiene la universidad, desde una de las bibliotecas más grandes ¡hasta bares y cafés dentro del campus! La biblioteca está abierta las 24 horas durante periodos de evaluación ¡e incluso hay cobijas por si te da frío! Aparte de actividades académicas hay eventos todo el tiempo, por ejemplo, un carrusel en navidad o carritos con helados gratis en verano.
La forma de enseñar y evaluar es diferente te a la de México porque los lineamientos son diferentes. Por ejemplo, las calificaciones van del 0 al 100 pero de 70 para arriba es sobresaliente, algo que personalmente me sorprendió. Me agradó que hay alumnos de tantas culturas que cada clase está compuesta de diferentes puntos de vista y contextos culturales.
Existen las sociedades estudiantiles, que son clubes donde se pueden hacer actividades desde académicas hasta religiosas y sociales. Por ejemplo, existe la sociedad de pasta, latinos, cristianos, tiro con dardos, voluntariado, comics, pole dance, karate, rugbi, Harry Potter, apreciación de la insulina, etc. son más de 300.
Birmingham al ser una de las ciudades más grandes de Inglaterra tiene miles de cosas por hacer. Vivir en esta ciudad no sólo me ayudó a experimentar la cultura inglesa sino me abrió la puerta a diferentes culturas. Hice amigos de la India, China, Corea, Japón, Ecuador, Turquía e incluso de países de los que nunca había escuchado como Tonga. Así que podría decir que estudiar en Inglaterra me abrió las puertas al mundo.
Al llegar encontré un trabajo en el que también pude conocer a demasiadas personas que se volvieron pieza clave para mi vida en este país. Dado que solo podía trabajar 20 horas, tuve un buen balance entre vida estudiantil, laboral y social. En este trabajo aprendí mucho de cómo funcionan las leyes y reglas laborales inglesas y me motivó a intentar buscar un trabajo de tiempo completo una vez que me haya graduado.
El alojamiento fue una de las cosas que más me gustó. Viví en Jarratt Hall, una residencia estudiantil. Fue muy fácil hacer el proceso en línea. Lo que me pareció muy conveniente es que al reservar el lugar, contesté un cuestionario de personalidad e intereses y me acomodaron con gente afín a mí. Gracias a eso pude hacer amigos y disfrutar mi estadía con un riesgo muy bajo a tener conflictos con mis compañeras de casa. En cuanto a seguridad, me pareció perfecto porque hay recepción 24/7, también si algo se descompone y deja de funcionar, el arreglo es muy rápido una vez que se reporta con mantenimiento. La ubicación fue muy conveniente porque el campus estaba a 6 minutos caminando y las tiendas, paradas de autobuses, gimnasios, restaurantes y parques quedaban muy cerca.
Para poder financiar mis estudios, saqué un préstamo estudiantil por medio de FIDERH, un apoyo del gobierno de México. Lo mejor es que ellos tienen un convenio con la universidad de Birmingham con el que me descantaron 20% de la colegiatura. Gracias a mi trabajo de medio tiempo, pude pagar mi renta, comida y gastos extra como actividades sociales y la mensualidad del gimnasio.
En conclusión, si estás pensando en venir a Inglaterra a estudiar, ten por seguro que va a ser una experiencia inolvidable que te va a ayudar a crecer so solo en el ámbito académico sino en el ámbito personal porque salir de la zona de confort te lleva a un mundo lleno de posibilidades. Estudiar en el extranjero no se trata de solamente aprender de los libros sino de descubrir nuevas perspectivas, crecer en formas que nunca imaginaste y hacer que tu futuro y posibilidades alcancen una escala global.
-Izta
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